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Julia Toepfer, National Immigrant Justice Center, 312-660-1635,jtoepfer@heartlandalliance.org
Susan Alva, Esperanza Immigrant Rights Project, L.A., 213-251-3594,salva@ccharities.org
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Joseph Anderson, Americans for Immigrant Justice, 786-454-8564, janderson@aijustice.org

June 11, 2014

Grupos de derechos civiles y humanos presentan queja administrativa pidiendo reforma inmediata para la agencia

PARA SU PUBLICACIÓN INMEDIATA 11 de junio de 2014

CONTACTO: Julia Toepfer, Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, 312-660- 1635, jtoepfer@heartlandalliance.org Susan Alva, Proyecto de Derechos para Inmigrantes Esperanza, Los Ángeles, 213-251- 3594, salva@ccharities.org Steve Kilar, ACLU de Arizona, 602-492-8540, skilar@acluaz.org Joseph Anderson, Estadounidenses para la Justicia de los Inmigrantes, 786-454- 8564, janderson@aijustice.org

CHICAGO, LOS ÁNGELES, PHOENIX y MIAMI—El abuso generalizado de niños migrantes sin acompañante por parte de funcionarios fronterizos de EE.UU. alentó a un grupo de organizaciones de derechos civiles y humanos a presentar una queja hoy a nombre de más de 100 niños, cada uno de quienes reportaron experimentar abuso y maltrato mientras estaban bajo la custodia de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP por sus siglas en inglés), la agencia de cumplimiento de la ley fronteriza dentro del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS por sus siglas en inglés).

“Los agentes de la Patrulla Fronteriza están cometiendo abusos terribles a niños a lo largo de toda la frontera”, dijo Ashley Huebner abogada gerente del Proyecto de Protección de los Niños Inmigrantes del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes. “Aún peor, la Patrulla Fronteriza ha cometido estos abusos durante años, y nuestras organizaciones lo han notificado a la agencia numerosas veces, aún así, nada ha cambiado. El reciente incremento en llegadas de jóvenes a la frontera hace especialmente urgente que CBP se asegure que todos los niños en custodia sean tratados de manera segura y humanamente”.

“Los agentes fronterizos operan en una zona de impunidad”, dijo James Lyall del Proyecto de Litigio Fronterizo de la ACLU. “Dada la reciente promesa de CBP de ser más responsable y transparente, llamamos a la agencia a abordar finalmente estos abusos sistémicos de una manera seria y significativa”.

La queja administrativa de hoy al DHS—el único mecanismo del departamento para rectificar agravios— fue presentada por el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes (NIJC), el Proyecto de Litigio Fronterizo de la ACLU, Estadounidenses para la Justicia de los Inmigrantes (AI Justice) Proyecto de Derechos para Inmigrantes (Esperanza), y el Proyecto Florence de Derechos de Inmigrantes y Refugiados (Florence Project).

Los niños detenidos por CBP a través del país han reportado muchos ejemplos de abuso físico y verbal; detención prolongada en condiciones miserables; y una severa falta de necesidades esenciales tales como camas, comida y agua.

La queja describe a los agentes de la Patrulla Fronteriza negando el cuidado médico necesario para niños tan pequeños como de cinco meses de edad, negándose a proveer pañales para infantes, confiscando y no devolviendo documentos legales y pertenencias personales, profiriendo insultos de índole racista y amenazas de muerte, registro sin ropa y poniéndoles grilletes de tres puntos durante su transportación. Los reportes de tales abusos han sido documentados y reportados durante años, pero no se han implementado reformas, ni se han tomado acciones para hacer que los agentes rindan cuentas.

Los niños mencionados en la queja, muchos de los cuales huyeron de la violencia y persecución en sus países de origen, incluyen:

  • H.R., un niño de siete años de edad, tenía una incapacidad severa de desarrollo y estaba sufriendo de malnutrición aguda cuando fue aprehendido, sin embargo CBP lo mantuvo en custodia por aproximadamente cinco días sin ningún tratamiento médico. Él fue después hospitalizado y sometido a cirugía de emergencia.
  • D.G., una adolescente de 16 años, fue detenida acompañada de adultos. Cuando oficiales de CBP cachearon a D.G., ellos abrieron sus piernas con violencia y tocaron a la fuerza el área de sus genitales, haciéndola gritar.
  • M.R., una adolescente de 15 años, viajó de Guatemala con su hijo de dos años. M.R. y su hijo se enfermaron mientras estaban bajo la custodia de CBP, pero las solicitudes de M.R. para recibir atención médica fueron ignoradas o rechazadas por cinco días aproximadamente, hasta que ella y su hijo fueron finalmente llevados a un hospital.
  • K.A., una adolescente de 14 años, a quien le fue confiscada su medicina para el asma por oficiales de CBP y posteriormente sufrió múltiples ataques de asma dentro de celdas sucias y llenas de gente. Después de su primer ataque de asma, los oficiales la amenazaron con castigarla si ella estaba fingiendo
  • C.S., una joven de 17 años, fue detenida dentro de una “hielera” (celda fría) con su ropa mojada. Su ropa no se secó por tres días y medio debido a la temperatura helada en la celda de detención. La única agua potable que estaba disponible para C.S. fue la del tanque del inodoro, y el baño estaba situado a la plena vista de todos los otros detenidos con una cámara de seguridad instalada frente a él.

“Hemos tenido casos en los que la CBP encadenó a adolescentes de 13 y 14 años, infantes que se enfermaron en las celdas que eran mantenidas a temperaturas congelantes, y muchos niños fueron mantenidos bajo la custodia de CBP durante más del periodo legal de 72 horas, sin comida ni cobijas”, dijo Erika Pinheiro, abogada a cargo de programas educativos del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes Esperanza.

“Los niños están huyendo de condiciones insostenibles en su países de origen, incluyendo violencia y persecución generalizada, y vuelven con frecuencia a ser víctimas en el tránsito a Estados Unidos”, dijo Joseph Anderson, director de litigio con el grupo Estadounidenses para la Justicia de los Inmigrantes. “Nosotros necesitamos asegurar que estos niños sean tratados con dignidad y respeto y proveídos de todas las protecciones legales mientras están bajo la custodia de los EE.UU.”

Las recomendaciones de la queja incluyen:

  • Aumentar la supervisión al CPB, incluyendo la creación de un organismo independiente de supervisión;
  • Estándares de detención de corto plazo que sean obligatorios y puedan hacerse cumplir;
  • Creación de un proceso de queja uniforme en el DHS que incluya un proceso confidencial y rápido por el cual los niños puedan reportar abusos de manera segura y recibir un remedio oportuno;
  • Capacitación adecuada para todos los oficiales que pudieran encontrar niños inmigrantes sin acompañante;
  • Una pronta investigación sobre los abusos;
  • Rendición de cuentas para cualquier agente que viole la ley y/o las normas de la agencia; y
  • Publicación de los resultados de cualquier investigación.

La queja fue presentada a la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles del DHS así como a la Oficina del Inspector General del DHS. La queja resalta que los abusos a niños sin acompañante por parte de oficiales de inmigración han sido documentados y reportados al DHS durante años pero el gobierno no ha implementado reformas o tomado alguna acción para hacer que los agentes rindan cuentas.